Bienvenido a la división Fringe

«Únete al equipo Fringe para resolver un inquietante e interactivo misterio y descubrir lo que el Otro Lado te tiene reservado»

Así es como empieza todo. Y es que, a lo largo de las temporadas, seguro que todos hemos querido pertenecer a la división Fringe. Al menos, en algún caso en el que no hubiera mutaciones en exceso. La FOX es plenamente consciente de que se encuentra con un excelente reclamo, que satisface con un advergame. ¿Problema? Parece ser que la aplicación ha dejado de estar disponible temporalmente en la página oficial de FOX, pero nos parecía un ejemplo demasiado bueno como para no analizarlo.

El procedimiento es sencillo. Lo primero que hay que hacer es acceder a la página y seleccionar el capítulo número 1 (son cinco en total, customizados con los característicos glifos de la serie).  Tras esto, se da la opción de elegir si conceder permiso al juego para aceder a los datos personales del Facebook del usuario, consiguiendo así que el advergame sea más interactivo o por el contrario, escoger uno de los perfiles ya existentes.

Una vez hecho esto, empieza la acción. El agente Broyles entra en escena y nos pone en sobre aviso: lo que nos va a contar y aquello en lo que vamos a participar, es información clasificada. Por supuesto, el Doctor Bishop no tarda en aparecer, dándole a la situación su toque característico de humor para después informarnos sobre la existencia de otro universo alternativo, donde hay dobles de todos nosotros.  Y es entonces cuando nos deja boquiabiertos: Walter Bishop tiene información acerca del doble del jugador en cuestión en su Smartphone Sprint. Utilizando fotos aleatorias del perfil de Facebook y otras de archivo, nos enseñará con quien está casado/a, su trabajo actual e incluso el número de hijos que tiene.

 

Toca seguir con la aventura, hay que ir hasta el episodio número dos. Esta vez, nos encontramos en el laboratorio de Walter, a punto de ser sometidos a una serie de pruebas que el doctor parece querer hacernos. Es cuando llega Astrid y nos avisa de que hay un intruso, cuando empezamos a interactuar con el juego. A través de una cámara de infrarrojos, tendremos que disparar e intentar acertar el tiro al ritmo de una cuenta atrás. Una vez el tiempo estimado pase, Walter encontrará una muestra de sangre del intruso para analizar.

 

Mientras Walter analiza esta sangre, el jugador ayuda a Astrid a encontrar al intruso en una base de datos confeccionada con fotografías del perfil Facebook. Simplemente, hay que encontrar la foto que corresponde a uno de tus contactos o por el contrario, la que no. Pero no todo parece en orden: Astrid descubre que el intruso es… ¡el propio jugador! Aunque claro, solo Walter podría encontrarle sentido a algo así. Su teoría es que el “yo” alternativo del usuario ha venido a este mundo porque su universo está siendo destruido y busca venganza.

 

Mediante una videoconferencia, Broyles y Astrid ponen al jugador al día. Resulta que su yo alternativo está siendo investigado, y que quizá las personas con las que mantiene una conexión sean las mismas que las cercanas al jugador. Simplemente hay que volver a hacer click en la foto de quien le resulte conocido al usuario. Después, el jugador triangulará la posición en la pantalla del ordenador para localizar a su yo alternativo.

 

En el último capítulo, Broyles muestra como su equipo fue en busca del sospechoso, pero que llegó tarde, encontrando solo una carta que va dirigida al consumidor y que resuelve el misterio:

Haz click para ver la traducción

Nos encontramos ante una forma gratuita de disfrutar la marca en todo su esplendor, de sumergirse en “el mundo Fringe” y ser uno más gracias a detalles como por ejemplo las miradas de los actores a cámara. Todo esto hace que el consumidor se sienta aún más ligado a ella, pero… ¿son suficientes? ¿Se consigue algo más que la consolidación de los ya fans? Está claro que esta técnica publicitaria está en la cima del top 5 en cuanto a generación de publicity.  Cuando tenemos un advergame entre manos, el público al que va dirigido se magnifica: no sólo los seguidores de la marca pueden consumirlo, sino que también se puede captar nuevos receptores. Tal y como dijimos al principio… ¿quién no ha querido alguna vez pertenecer a la división Fringe?

Deja un comentario